Wilmary, otra historia de violencia intrafamiliar con triste final
La joven salió de su casa invitada por su expareja a una finca en septiembre de 2023. Desde ese día estaba desaparecida.
Amenazas, maltrato físico y psicológico vivió Wilmary Carolina Guerra Montilla, de 32 años, en sus últimos meses de vida. La joven fue hallada enterrada el pasado jueves, en la finca Las Palmitas, en el municipio de Manatí, Atlántico.
A raíz de su desaparición en septiembre de 2023 y posterior asesinato, salió a relucir el calvario que vivía Wilmary, de nacionalidad venezolana, con quien en ese entonces era su pareja sentimental.
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Zona Cero dialogó con Astrid Uribe, la mejor amiga de Wilmary. Ella contó en medio de lágrimas que Wilmary sufría de violencia intrafamiliar y era amenazada de muerte.
“Todos los días me contaba su situación y lo que pasaba con ese hombre. Yo varias veces le dije que pusiera la denuncia en la Fiscalía y ella me dijo que lo iba a hacer, pero creo que nunca lo hizo. Me dijo que la agredía, le pegaba, la maltrataba psicológicamente. Varias veces me comentó que la amenazaba, que la iba a matar, que si le tocaba ir a Venezuela y acabar con la familia, con la mamá y el papá, lo iba hacer, porque no tenía nada que perder”, expresó Uribe.

Wilmary, pese a que quiso denunciar a su pareja sentimental, más pudo el amor que sentía por él que siempre intentó arreglar los problemas.
“Ellos se dejaron por un tiempo, él se enredó con otra mujer y ellos se distanciaron. A raíz de eso empezaron todos los problemas, ella trató, porque ella lo quería mucho, de que las cosas se arreglaran, pero él con engaños se la llevó para la finca donde la encontraron”.
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Astrid Uribe precisó que empezaron a indagar sobre el paradero de Wilmary, toda vez que no tenían conocimiento de donde se hallaba.
“Yo empecé a indagar porque ella desapareció de un día para otro. Nosotros nos conectamos mucho por WhatsApp para orar y para leer la biblia, pero nunca respondió. Una pastora dominicana dijo que ella había dicho en un grupo que tenemos que Wilmary iba dos días a una finca y mandó un video, que fue con el que empezamos a reportar su desaparición”, manifestó.

Astrid recordó a su amiga como una persona amable y trabajadora.
“Ella era una persona muy amable y trabajadora, una persona muy servicial en lo que ella podía. Lo poco o mucho que pudimos compartir para mí fue alguien muy especial”.
Wilmary Carolina Guerra tenía cerca de 10 años en Colombia y no tenía hijos.
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Será recordada como una mujer trabajadora y echada para delante, que siempre buscó ser mejor persona.
“Era una niña que le gustaba trabajar, se rebuscaba en lo que podía. vendió en los buses y hasta tuvo un negocio de comidas rápidas en Malambo, que era donde ella vivía. Ella estaba sola en Colombia, porque sus padres y toda su familia estaban en Venezuela”, agregó Astrid.